Las estufas de leña son aparatos de calefacción por radiación directa del aparato hacia la sala en la que se encuentra. El funcionamiento del conducto de humos es en depresión, pese a que en la parte baja de la conexión se producen pequeñas sobrepresiones debido al ventilador de salida del aparato.
En este tipo de instalaciones de radiación directa, la norma permite que el conducto de evacuación sea de simple pared mientras esté en la misma sala que la estufa para así aprovechar el calor de los humos para que el conducto también irradie calor a la sala. Sin embargo al salir fuera de la sala de la estufa las características deben ser igual que una chimenea para caldera; es decir debe ser doble pared siempre (tanto en interior como en exterior) con excepción de los tramos que discurran por patinillos independientes sin ser compartidos con otras instalaciones (canalización, cableados, etc.).