Están diseñados para hacer una reducción de ruido moderada en instalaciones ya terminadas, introduciendo el cuerpo del silenciador por el extremo de la chimenea, el cual queda colgando del extremo, siendo así muy sencillo de instalar.

Hay que tener en cuenta la reducción de sección que produce para confirmar que el tiro de la chimenea no se ve afectado. Funciona igual que los silenciadores de absorción, actuando bien en medias y altas frecuencias.

Los cuerpos silenciadores ayudan a reducir eficazmente los picos de sonido por absorción. Están diseñados principalmente para ser montados en el extremo de salida de la chimenea y se instalan de forma fácil.

Debido al aumento de la resistencia al flujo y para tener en cuenta las perdidas de carga, es necesario recalcular la sección de la chimenea en caso de instalación posterior.